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lunes, 28 de enero de 2013

¿Los cristianos y los musulmanes no oramos todos al mismo Dios?.



En el mundo hay una gran variedad de  religiones y credos,  que anuncian a  un solo Dios, en el caso de  los  musulmanes a doran ha, alá, en el caso de  los budistas, pues al buda, en otras ponen su fe en estatuas e ídolos de  yeso, unos  adoran a un hombre como si fuera  dios, o un puente para llegar a él, y en muchos casos  otros se declaran abiertamente como el mesías o el salvador del mundo, descartando el sacrificio de cristo en la cruz.
Todos estos temas los estaremos estudiando, a la luz de las biblia y conoceremos que está escrito,  para saber cuál es la verdad.
Un musulmán pregunto en una ocasión.
¿Los cristianos  y los musulmanes  no oramos  todos al mismo Dios?.
«Permítame contestarle con una pregunta: ¿Es su dios Alá, el
Padre de Jesucristo?» «No, Alá no tiene Hijo. ¡Eso sería una

Blasfemia»! – «Ve usted, entonces su Dios y el mío no es el mismo». Considerando el gran número de religiones, muchos otros también se plantean el asunto de la tolerancia: al fin y al cabo,
¿No adoran todas al mismo Dios?, Ya en los tiempos del Antiguo Testamento, el Dios de la Biblia testifica ser el único: «Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios» (Isaías 44:6); «Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve» (Isaías
43:11). Este Dios vivo es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (Mateo 22:32); es el Padre de Jesucristo (Marcos 14:36). He aquí las grandes diferencias entre Alá y el Padre de Jesucristo:

1. La relación entre Dios y los hombres: en el Islam, Dios no se revela. Permanece  lejano, inaccesible.  La exclamación  constante «Allahu akbar», Dios es siempre el más grande, manifiesta: el hombre no puede entablar una relación personal con él; Alá permanece siempre en el otro mundo, es semejante a un gran soberano oriental que está sentado sobre su trono muy por encima de sus súbditos.

2. La relación  Padre e Hijo: las nociones  de filiación,  (somos hijos de Dios) y de paternidad, (Dios es nuestro Padre: «Abba, Padre» Romanos  8:15), no sólo son incomprensibles  para el musulmán, sino que incluso son una blasfemia para él, porque Alá está totalmente separado de este mundo.

3. Dios como hombre: la encarnación  de Dios en Jesucristo constituye el acontecimiento central de la historia bíblica de la salvación. Dios no sólo anduvo entre nosotros, sino que tomó nuestros pecados sobre sí al morir en la cruz. La salvación del hombre que resultó de este hecho permanece  incomprensible para el Islam.

4. La misericordia y el amor de Dios: Dios paga un precio increíblemente elevado para poder mostrarse misericordioso con el pecador. «Pusiste sobre mí la carga de tus pecados, me fatigaste con tus maldades», (Isaías, 43:24). Dios es misericordioso con nosotros, porque nos ha rescatado a un gran precio (1 Corintios, 6:20; primera de pedro, 1:19).
La misericordia de Alá no cuesta nada; es arbitraria.

5. Dios es nuestra confianza: en el Islam es inconcebible que un Dios pueda ofrecer abrigo, , paz y seguridad de la salvación. «Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida… nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro» (Romanos, 8:38-39). Para el Islam, es inconcebible que Dios pueda humillarse a sí mismo hasta la muerte en la cruz; inconcebible el Espíritu Santo derramado en nuestros corazones e inconcebible también el regreso del Señor Jesús con poder y gloria.

Es cierto que, aquí y allá, el dios el Corán y el Dios de la Biblia se parezcan verbalmente. Pero un examen más cuidadoso muestra que ambos no tienen nada en común. Por eso no oran al mismo Dios los musulmanes y los cristianos.
Creo que  es  bueno analizar un poco  sobre las cosas en las que creemos, y no dejarnos  llevar  por todo viento de doctrina, por las tradiciones por argumentos de hombres  que están lejos de la verdad de la biblia.

Continuamos con el tema.
¿Cómo puedo reconocer que el evangelio no es una religión, sino de origen divino?
En nuestro próximo  estudio.




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